Esta semana leíamos que ha cerrado una de las últimas fábricas de máquinas de escribir aunque quedan unas pocas en Indonesia, China y Japón. Lo que me sorprendió de la noticia es a quién suministran estas industrias: cárceles y oficinas del gobierno.
No sé si en España se siguen comprando máquinas de escribir para los centros penitenciarios, no creo, aunque todos sabemos lo lenta que es la administración pública a la hora de actualizar sus sistemas de tramitación. Todos hemos sufrido alguna vez largas colas en algún Registro para entregar todas las fotocopias de títulos, recibos, contratos o cualquier otro documento que acredite algo que probablemente acreditamos el mes pasado en otro o incluso el mismo Registro y mientras hacemos la cola viendo cómo pasan numeritos lentamente en el marcador electrónico, nos preguntamos ¿cuántas veces necesitan nuestro DNI? ¿dónde almacenan tantas fotocopias? o si ¿reciclarán luego el papel?
Muchas veces hablamos de brecha digital y pensamos que la padecen personas de más de 50 años o personas de un contexto social desfavorecido y no nos damos cuenta que la brecha digital la sufrimos tod@s constantemente porque nuestro sistema no está adaptado a la realidad tecnológica actual. Los estudios encargados de analizar la brecha digital, como podemos leer en “Cuaderno de Trabajo. Nuevas Tecnologías de la Comunicación para el Desarrollo Humano” de Alfonso Dubois y Juan José Cortés; cuentan el número de ordenadores, móviles, acceso a internet, uso de banda ancha y señalan como causa raíz del problema de la brecha digital en la diferencia producida por las diferentes capacidades que tienen los países para acceder, adaptar y crear conocimientos con el uso de las TIC.
Vamos a seccionar la definición planteada por Dubois y Cortés, centrémonos en la primera parte, acceso a las TIC: El INE publica anualmente los resultados sobre la “Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares 2010” de esta investigación se derivan unos resultadosclaros, El 57,4% de los hogares españoles dispone de conexión de banda ancha a Internet. El número de internautas crece un 7,1% en el último año y supera los 22,2 millones de personas y el 17,4% de la población utiliza el comercio electrónico.
Este estudio nos muestra que el problema de la brecha digital en España no es por falta de medios sino más bien una cuestión de cambio de mentalidad y, sobre todo, de actualización del sistema.
La segunda parte de la definición de Dubois y Cortés, Adaptar y crear conocimiento con el uso de las TIC: es lo que se refiere a la alfabetización digital, pero de eso hablaremos otro día. No lo voy a contar todo hoy…
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